Aunque la Reina de la Casa
lleva bastante bien lo de comer pan sin gluten, este fin de semana me
empeñé en darle una sorpresa, la quise agasajar con un pan en condiciones apto
para celiac@s. Ella se esfuerza tanto porqué en casa todos estemos a gusto que
pensé ¡qué menos! Por una vez que moje en la salsa de tomate con verdadero pan.
Fui al supermercado emocionado y entusiasta, no me costo
mucho trabajo encontrar harina sin gluten de la marca Beiker y levadura fresca.
Previamente había hablado con una amiga de la familia y entre sus consejos, mi
investigación en You Tube y siguiendo las instrucciones del fabricante de
harina me creí de sobras preparado para enfrentarme al reto.
Parece fácil. En principio sólo hay que mezclar los
ingredientes harina sin gluten + una cucharadita de sal + agua templada (la
calenté en el micro sin llegar a hervir). Después separar 1/3 del agua y
disolver la levadura. Mezclar todos los ingredientes y amasar.
¡Fácil! ¡chupado! Me dije… y un jamón, fácil!!! , de eso
nada de nada y es que amig@s si eres celiaco-a comerás el pan del sudor de tu
frente.
Cuando tenía todos los ingredientes intenté amasarlo y no me
podía creer lo que tenía entre manos… es una pasta similar al Aguaplast para
las paredes ¡Sí!, tipo escayola ¡Sí!. Cuanto más la tocaba con la intención de
poder hacerme con ella e intentar manejarla más se me pegaba entre los dedos,
tanto que perdí la alianza entre la masa… luego la recuperé pero casi hago un
roscón con sorpresa en lugar de pan.
Al principio pensaba que estaba muy blanda y era por eso que
se me pegaba tanto, solución le echaba un poquito (¡na!), de harina y entonces
la masa cambiaba de aspecto como un Pokemón en evolución y se convertía en una
pasta muy dura, MÁS que un disco tripe de AC-DC. ¡Cambio de estrategia! más
agua y otra vez blanda, escurridiza, pegajosa como aquel moco verde el Blandi
Blud. Estaba como al principio volvía a recuperar el aspecto de una masilla
para tapar los agujeros de las paredes.
¡Pero que invento es este! ¡Qué diablos es esto! Imposible
hacerme con este cuerpo extraño sacado de una desahuciada estantería del
super!! Y no me extraña!!! ¿Quién es capaz de hacer un pan con esta cosa? Yo de
momento NO.
Quise hacer una fotografía del elemento en cuestión pero
tenía las manos pringadas y sólo pude separarme de esa maldita masa después de
pasar por agua caliente y restregarme las manos con un estropajo verde.
Conseguí hacer una bola más o menos y ahora había que
aplicar la teoría humedad-calor. Paño mojado y foco de calor. Cuando nuestra
amiga me lo explico recordé la paella el único secreto que tiene esta receta es
saber jugar con el fuego y el agua. Cuanto más fuego más agua para el arroz
cuanto más disminuye el calor menos cantidad de agua se necesita y así.
La deje al calorcito unos quince minutos y cuando note que la masa había subido, saqué el invento y este es el resultado:
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