martes, 19 de marzo de 2013

CELIAC@: COMERÁS EL PAN DEL SUDOR DE TU FRENTE.


Aunque la Reina de la Casa  lleva bastante bien lo de comer pan sin gluten, este fin de semana me empeñé en darle una sorpresa, la quise agasajar con un pan en condiciones apto para celiac@s. Ella se esfuerza tanto porqué en casa todos estemos a gusto que pensé ¡qué menos! Por una vez que moje en la salsa de tomate con verdadero pan.

Fui al supermercado emocionado y entusiasta, no me costo mucho trabajo encontrar harina sin gluten de la marca Beiker y levadura fresca. Previamente había hablado con una amiga de la familia y entre sus consejos, mi investigación en You Tube y siguiendo las instrucciones del fabricante de harina me creí de sobras preparado para enfrentarme al reto.

Parece fácil. En principio sólo hay que mezclar los ingredientes harina sin gluten + una cucharadita de sal + agua templada (la calenté en el micro sin llegar a hervir). Después separar 1/3 del agua y disolver la levadura. Mezclar todos los ingredientes y amasar.
¡Fácil! ¡chupado! Me dije… y un jamón, fácil!!! , de eso nada de nada y es que amig@s si eres celiaco-a comerás el pan del sudor de tu frente.





Cuando tenía todos los ingredientes intenté amasarlo y no me podía creer lo que tenía entre manos… es una pasta similar al Aguaplast para las paredes ¡Sí!, tipo escayola ¡Sí!. Cuanto más la tocaba con la intención de poder hacerme con ella e intentar manejarla más se me pegaba entre los dedos, tanto que perdí la alianza entre la masa… luego la recuperé pero casi hago un roscón con sorpresa en lugar de pan.

Al principio pensaba que estaba muy blanda y era por eso que se me pegaba tanto, solución le echaba un poquito (¡na!), de harina y entonces la masa cambiaba de aspecto como un Pokemón en evolución y se convertía en una pasta muy dura, MÁS que un disco tripe de AC-DC. ¡Cambio de estrategia! más agua y otra vez blanda, escurridiza, pegajosa como aquel moco verde el Blandi Blud. Estaba como al principio volvía a recuperar el aspecto de una masilla para tapar los agujeros de las paredes.
¡Pero que invento es este! ¡Qué diablos es esto! Imposible hacerme con este cuerpo extraño sacado de una desahuciada estantería del super!! Y no me extraña!!! ¿Quién es capaz de hacer un pan con esta cosa? Yo de momento NO.

Quise hacer una fotografía del elemento en cuestión pero tenía las manos pringadas y sólo pude separarme de esa maldita masa después de pasar por agua caliente y restregarme las manos con un estropajo verde.

Conseguí hacer una bola más o menos y ahora había que aplicar la teoría humedad-calor. Paño mojado y foco de calor. Cuando nuestra amiga me lo explico recordé la paella el único secreto que tiene esta receta es saber jugar con el fuego y el agua. Cuanto más fuego más agua para el arroz cuanto más disminuye el calor menos cantidad de agua se necesita y así.






  Paño húmedo y un punto de calor en el horno para que suba la masa ese era quid de la cuestión. Cogí la masa en bola la cubrí con un paño mojado y la metí al horno.
La deje al calorcito unos quince minutos y cuando note que la masa había subido, saqué el invento y este es el resultado:




  Después de esto mi ilusión, mi entusiasmo y mi primer pan sin gluten + un trapo de cocina terminaron ocupando sitio en la bolsa de basura.  Me las prometía muy felices; mi gozo en un pozo se suele decir ¿no?. Bueno sé que con el tiempo lo conseguiré pero mientras tanto iré probando otras recetas que resulten mucho más fáciles. Arriba los gluten Free!!!. Abrazos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario