La Reina se mantiene en forma, MUCHO, de hecho se preocupa
por hacerlo. Mantiene la máxima que el ejercicio físico es tan importante como
una dieta saludable y variada, y claro con esta premisa a nosotros no nos queda
otra alternativa que seguirle en todo lo que buenamente podamos porqué esta
mujer tiene más fuerza que un tsunami. Así que conociendo su afición por
el desgaste físico, unos buenos amigos (amigos de ella, sino dime tú a quien se
le ocurre semejante idea, jejeje, no es broma, amigos de la familia)….
nos invitaron a una ruta senderista por los alrededores de su pueblo. Nos
apuntamos sin pensarlo demasiado y además encantados!!!
Una actividad muy
gratificante a la vez que bonita para hacer en grupo. Nos gustó disfrutar de la
naturaleza, la compañía y el camino. Se trataba de una nada despreciable
caminata de 18 Km. a realizar a lo largo de una jornada. Unas 4 horas. El
precio 6 euros destinado a pagar la comida y demás. Por supuesto tod@s
pagamos lo mismo pero no tod@s pudimos disfrutar de lo mismo. Os cuento ahora…
Salida hora 8:00 AM Primer avituallamiento: Café con leche y bizcocho típico de la zona.
Salida hora 8:00 AM Primer avituallamiento: Café con leche y bizcocho típico de la zona.
ERROR!!! Primer problema. Pensé está mujer se va a meter los 18 Km. entre pecho y espalda con un café bebido. Pero NO!! La Reina cargaba con una mochila con todo lo que pensaba le podía hacer falta, pan y galletas sin gluten, cositas para picar y agua. Así que desayuno igual que todos o más y se puso a caminar “cual camella por el desierto”.
Sobre las 10:30 de
la mañana ya llevábamos unos 10 km. recorridos, era el momento de reponer
fuerzas.
Segundo avituallamiento: Plátanos, manzanas y zumos.
Suspiré aliviado. No me pesan los kilómetros, ni la mochila que fuimos cargando los dos de rato en rato, lo que realmente me pesa es pensar que a la Reina le pueda dar una pájara o que pase mal rato por no poder comer de lo que se ofrece.
Tener que dar explicaciones a los demás empieza hacerse muy pesado. Siempre está el/la que por educación, amabilidad ó curiosidad empieza con todo tipo de preguntas sobre la celiaquía, se hace infinitooooo, interminableeeee y termina aburriendo hasta nosotros mismos!!!.
NO SOMOS SÓLO ANTIGLUTEN.
Mientras caminaba pensaba: “En el sendero no hay distinción entre los celiacos o NO”. Aquí no queda otra que un pie detrás del otro y todos bajo el mismo sol primaveral. IGUALES.
Seguimos caminando hasta el momento todo bien, muy divertido y como a ella le gusta muy saludable.
Tercer avituallamiento y último: vermú y comida. Embutidos y paella mixta.
Segundo problema. A ver como se las ingenia porqué desde luego comida no lleva.
La Reina haciéndose la loca “cual sigilosa ratoncita” se acerca, inspecciona y lee todas las características del chorizo, fuet, lomo, jamón y demás. ACIERTO!! Y mucha suerte, porqué sin hacerlo por ella resultó que todo era apto para celiacos.
Se abrió una lata de paté y veloz “cual rápida gacela” la alcanzó, metió el cuchillo dentro y untó en su pan libre de gluten. A partir de entonces ya todos podían ir intoxicando el paté con sus cuchillos y su pan aunque para ser sinceros nadie comió pan con gluten, aún no sabemos porqué ¿se les olvido traerlo? No sabemos. El caso es que amigos “los celiacos” son una raza Superior bien se puede decir de ellos qué: “son más listos que el hambre”.
Suspiré aliviado. No me pesan los kilómetros, ni la mochila que fuimos cargando los dos de rato en rato, lo que realmente me pesa es pensar que a la Reina le pueda dar una pájara o que pase mal rato por no poder comer de lo que se ofrece.
Tener que dar explicaciones a los demás empieza hacerse muy pesado. Siempre está el/la que por educación, amabilidad ó curiosidad empieza con todo tipo de preguntas sobre la celiaquía, se hace infinitooooo, interminableeeee y termina aburriendo hasta nosotros mismos!!!.
NO SOMOS SÓLO ANTIGLUTEN.
Mientras caminaba pensaba: “En el sendero no hay distinción entre los celiacos o NO”. Aquí no queda otra que un pie detrás del otro y todos bajo el mismo sol primaveral. IGUALES.
Seguimos caminando hasta el momento todo bien, muy divertido y como a ella le gusta muy saludable.
Tercer avituallamiento y último: vermú y comida. Embutidos y paella mixta.
Segundo problema. A ver como se las ingenia porqué desde luego comida no lleva.
La Reina haciéndose la loca “cual sigilosa ratoncita” se acerca, inspecciona y lee todas las características del chorizo, fuet, lomo, jamón y demás. ACIERTO!! Y mucha suerte, porqué sin hacerlo por ella resultó que todo era apto para celiacos.
Se abrió una lata de paté y veloz “cual rápida gacela” la alcanzó, metió el cuchillo dentro y untó en su pan libre de gluten. A partir de entonces ya todos podían ir intoxicando el paté con sus cuchillos y su pan aunque para ser sinceros nadie comió pan con gluten, aún no sabemos porqué ¿se les olvido traerlo? No sabemos. El caso es que amigos “los celiacos” son una raza Superior bien se puede decir de ellos qué: “son más listos que el hambre”.
Más tarde vino el plato fuerte Paella. Todos sabemos que el
arroz no lleva gluten pero ¿Cómo se preparó? ¿Utilizaron caldo natural o no? ¿Qué
tipo de colorante usaron?, estas preguntas parecen una exageración pero ahí
puede estar la clave, se trata del daño que puedes ocasionar a tu
organismo y aunque la lesión se regenera hay que estar siempre muy pendientes. Finalmente no había ningún problema así
que a comer COMO TODOS LOS DEMÁS. Claro que cuando fue a preguntar a los cocineros le explicaron
que en el pueblo había 2 ó 3 celíacos y que ya hacía tiempo que compraban
todos los ingredientes aptos y así no tenían que preocuparse.
Y por último el postre. Aquí si que ya no hubo forma de hincarle el diente, otra vez bizcocho típico de la zona. Así que la Reina se conformo como siempre lo hace, y con muy buen talante y sólo tomo un café y una copita de Pacharán (que no perdona). Se quedo con ganas de algo dulce, le dije: “No te preocupes prometo que en casa te recompensaré…” Sonrío...
Nos vemos por aquí. Un abrazo fuerte